Esfuerzo y determinación representan este grupo de mujeres, quienes hicieron a un lado el prejuicio de sus maridos y decidieron organizarse y crear una cooperativa que significaba para ellas, nuevas oportunidades.
El inicio fue duro y se enfrentaron a muchos retos, se dedicaron a muchas cosas entre ellos: proyectos de costura, huertos de patio, cocinas Lorena, crianza de Ovejas Pelibuey, Vacas, Gallinas, Cerdos, concentrados caseros y medicina natural.
Un día las cosas cambiaron, los socios de la COOPECAFE les preguntaron si les gustaría procesar el café en granos, y es así como el rumbo de estas mujeres da un giro significativo en sus vidas.
Decididas de emprender este nuevo camino, deciden solicitar un crédito para comprar la maquinaría necesaria, la suerte estaba de su lado, pues el crédito fue aprobado. 23 mujeres se pusieron manos a la obra, ya con el equipo armado y puesto en su lugar, solo les faltaba el grano de oro.
Compraron 3 quintales de café, se dividieron en grupos de 7, tostaban el café de 5 en 5 libras en sus casas, después lo molían y lo empacaban en bolsas para hacer helados.
Decidieron venderlo en la comunidad y en Teustepe, notaron que el amarre que le hacían a las bolsas no era el adecuado, pues el café se disipaba y perdía el aroma, para solucionar el problema prestaron una selladora de plástico, y hasta consiguieron su propio sello. Con el problema solucionado decidieron participar en una feria, robándose la atención de todos, pues su café fue el más exitoso, y desde ese entonces esta cooperativa sólo ha cosechado éxitos.
El esfuerzo de estas mujeres ha sido recompensado y hoy son una cooperativa posicionada y reconocida, pues no hay nadie en Boaco que no conozca el sabor del cafecito, “De la zona más alta de Boaco, con la frescura del campo, le ofrecemos nuestro café orgánico procesado con calidad y aroma de Santa Lucía”.