Sus imponentes olas retan a los lugareños a adentrarse mar a dentro para realizar día a día la faena con la que obtienen el pan con el cual mantiene a sus familias.
Son las cuatro de la tarde, los pescadores saben que es hora de dejar sus casas para iniciar la pesca, para ello, se aseguran de llevar consigo los instrumentos necesarios como el anzuelo, la cuerda, la gasolina de la lancha entre otros artículos que utilizan para la pesca.
Antes de iniciar el viaje, los pescadores se despiden de sus familias y se encomiendan al altísimo y le piden que los lleve con bien, que haya buena pesca, pero sobretodo regresar con vida.
Son 12 lanchas en total las que salen a pescar, en cuestión de segundos todos se han ido.
27 kilómetros mar adentro se encuentra el lugar escogido por muchos, Mata Palito, según cuentan los pescadores este lugar está lleno de Pargos Rojos, algo que les facilita la pesca.
Otros eligen distintos lugares para poder sacar el Jurele, un pescado inmenso que puede llegar a pesar más de 24 libras, algo que lo hace más atractivo para los pescadores, quienes sortean las aguas en su búsqueda.
Son más de 16 horas las que estos pescadores pasan en el mar, a su regreso los están esperando sus familiares y lugareños quienes aprovechan para comprar pescados recién sacados del mar.
Su trabajo no es nada fácil, están expuesto a muchos peligros entre los cuales destacan mantenerse despierto por tanto, el mal tiempo es su peor enemigo, y hay algunos que dicen que para ser un buen pescador hay que tener un buen estomago, requisitos indispensables para sortear estas aguas y ser un buen pescador.
Un mar generoso, así describen los pescadores a la Boquita, en sus aguas se encuentran diferentes tipos de pescados como el pardo Rojo, Corvina, pescado Blanco, Morera, Barracuda, Jurele, Langosta, cangrejo, Camarón entre otras, cabe destacar que estos peces son pescados por temporadas.