Cada 15 de Agosto, en el viejo Chinandega, miles de promesantes están listos para ejecutar el tradicional baile de la Cuchara Panda.
Con la entrada de los motetes y la sacada de priostes de San Roque, y al son de las bandas filarmónicas, comienza el espectáculo de los danzantes, quienes bailan acompasadamente en pareja formando un círculo, en el centro se la mayordoma carga la pequeña imagen de San Roque Guerrero.
Dentro de la indumentaria de los promesantes no pueden faltar las coronas y lo motetes, estos son los obsequios personales que los priostes entregan a los danzantes de su simpatía, y según la regla, el que obtenga más motetes y coronas será el próximo mayordomo. Al son de las bandas filarmónicas, los priostes o promesantes rinde homenaje a San Roque Guerrero con el tradicional baile de la cuchara panda.
Este consiste en bailar acompasadamente en pareja, dentro de la indumentaria utilizada sobresalen los tradicionales motetes y coronas. Los motetes simbolizan la ofrenda de los bailarines a los visitantes.
Los danzantes forman un círculo, cada pareja baila a su propio ritmo, esperando que la mayordoma o mayordomo inicie a entregar al santo a cada uno de los participantes, al mismo le rinden reverencia la santo.
Mientras se ejecuta la tradicional danza, los bailarines gritan: ¡Viva el Viejo! ¡Viva San Roque! ¡Viva San Roque Guerrero! ¡Viva el viejo y sus tradiciones!
Esta tradición surge a raíz de que cada 15 de Agosto, los indígenas se reunían en la plaza a rendir homenaje con bailes y frutos al Cacique Agateyte.
Es costumbre que a partir del 15 de Agosto los mayordomos en compañía de sus priostes realicen el tradicional baile de la Cuchara Panda, con la salida y pitada de cada uno de los San Roque.