Con un talento innato don Rufino Zavala comenzó la elaboración y reparación de guitarras, en su pequeño taller.
A la corta edad de 9 años, don Rufino ya sabia tocar guitarra, pero nunca imaginó que se convertiría en su gran pasión. A sus 20 años desarmó una valija vieja y construyó su primer guitarra, y desde entonces se ha dedicado de a elaborar de forma artesanal diferentes instrumentos de cuerda.
Como un regalo de Dios valora don Rufino este arte que le ha proporcionado un empleo, con el que ha podido salir adelante, nunca ha dejado de aprender y poco a poco su taller va creciendo, convirtiéndose en fuente generadora de empleo en su comunidad.
En compañía de sus muchachos elabora a diario los distintos instrumentos de cuerda, combinando técnicas rústicas con maquinaria industrializada, mejorando la calidad de cada uno de los instrumentos, cabe destacar que don Rufino solo trabaja por encargo.